Philippe un hombre soñador, atrevido, comprometido con el medio ambiente, nacido en Sault, en plena Provenza francesa, conoció en un viaje de trabajo a Domaine de Puberclair en Argentina a Isabella, inteligente, sensible, graciosa, inquieta, siempre con afán aventurero, nacida en Montefioralle, en el corazón de la Toscana italiana, .
Ambos se dedicaban a la búsqueda de la mejor flor de lavanda del mundo. Desde el primer momento surgió el amor entre ellos y decidieron recorren el mundo en busca de la perfección. Vivieron en Furano (Japón), Ucrania, Crimea, las Islas del Mar Egeo, San Luis en Guanajuato en Méjico, en Valladolid y Cádiz en España, conociendo todos los detalles de la floración de la lavanda, clima, nutrientes del suelo, etc.
Fue en la campiña de Guadalajara, entre los campos de Brihuega y Sigüenza dónde fruto de su amor, nació su hija Gianda.
Hoy Gianda cumple 21 años, toda una mujer macerada, su sola presencia impregna al ambiente un aroma floral, es alegre, brillante, con un marcado carácter, con esos matices que recuerdan a la perfección donde mezcla el esplendor de haber crecido entre campos de lavanda, implícitos en su ADN, agitados por la suave brisa en invierno y una botánica silvestre bañada por un sol primaveral que, le hace elegante y sofisticada.
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